Debo comenzar diciendo que soy un “local” Mi esposa y yo residimos en Puerto Rico. No es lo mismo visitar el viejo San Juan, que vivir (aunque sea por unas noches) en el. Hay algo magico en despertar en una comoda cama king y contemplar ventanas y puertas de madera obscura y cristales templados a tu alrededor. Posar los pies en un piso de alternadas losas blancas y negras y caminar a un baño forrado en marmol. Al salir de la habitación estas en un jardin o antiguo pasillo de estilo colonial y en ruta a una gran mesa en madera solida dentro de un salón que exhala antiguedad por sus paredes y techos. Unas jovenes amables te traen en bandeja de plata un balanceado desayuno, que dejara satisfecho al mas exigente de los huespedes. Cafe y jugo de piña a gusto y tranquilidad que invita a cojer con calma el resto del día. Un paso fuera del hotel y ya estas caminando sobre suelos historicos de otra epoca de esta bella isla caribeña. Creo que no deberias vivir una vida entera en Puerto Rico y negarte la oportunidad de despertar en el viejo San Juan. –Reynaldo M San Juan, Perto Rico